Por Rick Boga
El cine latinoamericano ha comenzado a contar mismas historias desde otros ángulos. En Venezuela podemos ver la película Hermano, La hora cero, fims que abordan lo mismo, el barrio, los disparos, los asesinatos, la mamá que llora al hijo que le salio malandro, el hijo que es un resentido social, terminas siendo cómplice silencioso del asesino y consolador de la madre y enemigo de los enemigos del protagonista. Más de lo mismo, pero contado de manera distinta. Me tope anoche con La Soga, película dominicana, Luisito/La Soga, su infancia transcurrió con su padre, asesino de cochinos, carnicero. Hombre correcto, buen padre, y un amor de infancia, con la que compartía un cerdo. Un día, ella parte a Estados Unidos, poco a poco Luisito se va oscureciendo, mata primero al cochino, poco tiempo después matan a su padre, un narcotraficante. Esto convierte a Luisito en un asesino del General de la policía. Poco a poco se va oscureciendo más, siendo el mejor asesino a sueldo. Hasta que regresa la niña que partió hace veinte años. Ahora una mujer.
La película en general es un arte, nos topamos con un Luisito al inicio de la película, rudo, asesino, sin sentimientos, incluso con estrategia gatuna, dejando a su presa creer que huye para luego matarla. A medida que el amor de su vida va entrando cada vez más, lo vamos viendo mas frágil, hasta un final donde el hombre es una marioneta del sistema.
La pelicula ha recibido varias nominaciones y premios. Bien merece la pena verla.
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