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Naci2alasar, una propuesta poética y literaria

Hace seis años nació la iniciativa de un grupo de jóvenes de conformar un grupo literario permanente con la visión de un proyecto cultural independiente. Inicialmente estuvo bajo la gerencia de la Librería Kuai – Mare Valera y el Semanario Gente, quien publica escritos en él.

Dentro de este destacado grupo de jóvenes emprendedores, esta Rafael Cárdenas, hijo del

escritor de homónimo nombre,  él, junto a otros literatos y poetas de talento y espíritu avasallante, emprendieron la tarea de crear actividades múltiples de temáticas variadas.

El grupo posee experiencia en diversas actividades como organización de eventos, docencia, trabajos recreativos con niños.

 

Inicialmente  se  reunían  y compartían lecturas entre ellos, nació la inquietud de formalizar y crean lo que hoy es A.C. Visión XXI la cual tiene como iniciativa dar apoyo a nuevos talentos literarios. Pasan luego a convertirse en Naci2alasar, comenzaron con tres formas básicas: publicaciones en medios impresos como el semanario Gente, la colección de poesía y cuento, el lanzamiento de una revista de arte y literatura.

 

Naci2alasar desde el comienzo busca una forma de manifestarse novedosa. Javier Abreu, fundador del colectivo dice al respecto “algo así como que lo vamos construyendo, además desde los confines genéticos o sociales según sea el gusto y dominancia… es algo así como que formando parte de una cultura que ha tratado por todos los medios posibles hacernos vivir que existe una tal normalidad, en un barrial de conceptos e ideas pre-concebidas dentro de las cuales nos deberíamos mover como pez dentro del agua, más bien dentro de la pecera… el Mostro ese que, que se nos agazapa desde que nacemos, que no lo vemos ni tocamos… casi como un Dios que se nos pega a las costillas, a los ojos y los piensos, esos mismos que algunas veces nos dejan dormir y otras tan sólo nos causan pesadillas… esos que nos llevan hasta los confines de los miedos a la libertad, esa mísera libertad que nos da este sistema social , ya sea “democrático” “socialista” “bolivariano” o hasta “comunista”

Dice Además como filosofía propia que “en la literatura no basta el estar preñado de buenas intenciones, a lo largo de las decepciones y los fracasos para decirlo de algún modo, debemos aprehender que más allá de narrar, describir o

cantar temas y/o pedazos de vidas, sentires, fantasiosos o reales espectáculos; hay que tratar de crear en el lector una conmoción, un golpeteo relevante que lo sumerja en el texto, en el otro mundo que le cedemos u obligamos… que el lector se obligue a seguir leyendo y leyendo atrapado en la atención y poder conectarlo con su circunstancia de una manera nueva y enriquecida… Es necesario entonces que el escribir se nos convierta obligatoriamente en un oficio, en el Oficio de Escritor… Pero luego; este solo tampoco basta, para que los trabajos literarios de los hombres se fijen en la admiración colectiva hace falta más que lo anteriormente expresado.

 

 

A continuación dejamos un cuento publicado en una nota de la cuenta de Facebook de este destacado colectivo literario. Ella lo sabe un cuento de Lennys Pérez.

 

Ella lo sabe

Cuento de Lennys Pérez, tomado de Naci2alasar

Ella lo sabe. Camina por la calle y de cuando en vez observa a los otros que caminan con ella, sin ella. Sabe que, si no hay para hoy, quizás para mañana si. Y así sucesivamente en el tiempo que pasa y no se detiene.

La escritura a veces vuelve personal ciertos asuntos cotidianos. Ese día llegó bajo la lluvia, tristemente gris y solitariamente sola… que es más que estar simplemente: Sola. Es difícil no tener un consejo a la mano así como los magos no sé de qué manera se las ingenian para sacar conejos de los sombreros. Los buenos magos, no lo hacen parecer truco, te convencen de que eso, es verdad irrefutable… y tú quedas sorprendido al primer intento. Así, igual quedé yo. Sorprendida… pues no tenía palabras ciertas y mucho menos un buen consejo para dar.

No pude negarme al hecho de tener que recibirla y verla llegar así, triste. Realmente no pude negarme, al contrario, cierta familiaridad en mí, le ofreció los espacios en los cuales estos huesos se mueven, para que tranquilizara y drenara su tristeza. Noté que había llorado mucho y muy seguido. Noté que tenía un dolor profundo y un sabor amargo en los labios. Su voz quebrada, su cansancio, su falta de sonrisa pícara, extrañamente ausente, ahora y ahí. No era ella, era una copia casi fidedigna, pero no ella. Recordé entonces tiempos antiguos, en los que también y de similar forma, yo, me encontraba en ese estado… y hubiese querido que alguien me ofreciera otros espacios, una taza de café o su hombro para llorar y no tener que estrellarme con la realidad de estar sola y ajena en un lugar extraño y gritar y que la gente pasara y mirara y ni se detuviera a pensar por qué aquella loca mujer se comportaba de forma objetable… casi bochornosa a los ojos de todos los que también estaban en sus mundos y quizás tenían cosas más importantes que hacer que detenerse a consolar a una extraña.

-Esto ya lo he vivido. Dije al verla llegar. Y sé que duele. Pero lo superará. No sé cómo, ni cuándo, ni de qué forma, pero lo superará.

Me contó cosas que tienen una lógica y una importancia real en este asunto tan complicado pero que no son las cosas que -desde mi punto de vista- son las más importantes. A veces pecamos en dar este tipo de apreciaciones, por eso es mejor reservárselas, pensarlas y no decirlas. Hay agentes internos en las almas, que son los que hacen al final que uno decida a favor o en contra de algo o alguien. Siempre estará la subjetividad inmersa allí, el cómo pienso, cómo lo veo y como actúo. A la final somos individualidades y pensamos de igual forma cuando se trata de asuntos personales e íntimos. Y cuando eso pasa, ni siquiera los mejores amigos son merecedores de saberlo… pues ellos son otras individualidades y tienen sus propios asuntos por resolver. Así es casi siempre.

 

Supe que había fumado. Mucho. Tal como le suele suceder cuando está triste. Cuando no sabe qué hacer y el único remedio es fumar y fumar a ver si las respuestas se le dibujan entre el humo del cigarrillo.

Ese día cuando la recibí, todo parecía combinar a la perfección con su atuendo. Jeans gastados, franelita. Bolso de mariposas negras, sudadera, y un abrigo permeable que hacía las veces de impermeable, aunque ese día no cumplió su objetivo y jugó en su contra pues, estaba remojada de pies a cabeza… todo esto haciendo juego con el clima, el cielo que no paraba de chispear gotas y goterones que se estrellaban con los charcos del camino y las montañas que se desparramaban en agitados lamentos de aguaceros pasados. Todo esto en perfecta combinación con su tristeza y su falta de alegría.

Ella no vino a buscar respuestas. Ella lo presentía, vino escapando de ellas y de ella misma, de sus cosas cotidianas, vino porque era mejor estar alejada un par de horas a ir a decir cualquier barbaridad de la que luego más adelante se arrepentiría. Vino porque como ella misma lo dijo para pelear hacen falta dos y si uno no pelea el otro queda totalmente indefenso y desarmado… vino porque ya contar hasta cien no era suficiente para calmar la ira y la desesperación. Vino porque la esperanza comenzaba a escapársele de entre los dedos y ella angustiada no sabía qué hacer. O mejor… sí, lo sabía… pero no quería y eso ella lo sabe.

¿Alguna vez les ha tocado ser los que escuchan? ¿Los que se quedan desarmados sin palabras? ¿Los que no pueden consolar? A mi sí. Y créanme es horrible sentir esa sensación de vacío y frustración al no poder intentar al menos, ayudar.

-Yo no vine pidiendo ayuda. Dijo. Yo solo quiero que me escuches. -Continuó- y allí todos mis pequeños conflictos se esfumaron. Fueron varias horas en las que ella habló y habló sin parar. Ya no lloraba. Tampoco fumaba. Se le notaba que estaba cansada de llorar y de no decidirse a actuar. Su mirada reflejaba ese cansancio.  Su alma, también estaba cansada de esperar.

-¿Qué vas a hacer? –le pregunté-

-Me voy. -Dijo-

-Y por qué no te quedas… y ya mañana ves… ¿Quieres?

-No. –Dijo- Voy a seguir viviendo aunque duela.

-¿Tu sabes la respuesta verdad?

-Si… lo sé.

Cuando se fue, ya no llovía, solo era una noche hermosa, sin estrellas y fría.

 

 


2 comentarios

  1. Podría perfectamente suprimirte de mi vida,/no contestar tus llamadas,/no abrirte la puerta de la casa,/no pensarte, no desearte,/no buscarte en ningun lugar comun y no volver a verte,/circular por las calles por donde se que no pasas,/elim …inar de mi memoria cada instante que hemos compartido,/cada recuerdo de tu recuerdo,/ olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,/responder con evasivas cuando me pregunten por ti,/y hacer como si no hubieras existido nunca./Pero te amo.

    DARIO JARAMILLO AGUDELO

  2. Daniela Lozada Portillo dice:

    Gracias por compartir parte de nuestra historia, Naci2 se salva de las llamas, renace. salute

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